Carta de Alejandra

julio 15th, 2019 Blog

Sentada en el antiguo sofá de casa de mi abuela viendo como van corriendo las agujas del reloj poco a poco y todavía me sigo preguntando…¿Desde hace cuánto perdimos la tradición de los domingos en casa con la familia? ¿dónde dejamos los platos de cuchara con sus delicadas recetas? ¿dónde están todos esos momentos? ¿las risas? y… ¿los deliciosos arroces de la abuela?.

Realmente hemos perdido la esencia de las cosas, puede ser lo rápido que va todo hoy en día, probablemente te estén ya esperando y desgraciadamente, ni siquiera puedas dedicarle mucho más tiempo a leer este texto.

Pero de nuevo, miro al reloj esperando impacientemente el “tictac” de las agujas pero esta vez suena un “riiing”, rápidamente miro el calendario del móvil y efectivamente, es domingo y la abuela ha reservado en El Capricho de Raquel, su restaurante favorito, ahora ya solo quedamos para vernos todos el primer domingo de cada mes, pero… “gracias a Dios” (como diría ella), en ese pequeño rinconcito de la costa mediterránea todavía nos reservan ese gran momento familiar, allí todavía invierten tiempo en su cocina, nos muestran sus mejores recetas y afortunadamente, nos recuerdan lo importante que es dedicarle el tiempo necesario a las cosas que merecen la pena.